Mi proceso de escritura

Siempre me ha interesado el proceso general de escribir un texto complejo, ya sea una redacción en la escuela, un informe de trabajo, un artículo o un post de blog. Siempre que me siento frente a una hoja en blanco, pienso en el proceso seguido a lo largo de mi vida y de los cambios que ha habido en él.

Cuando era pequeño y en la escuela nos hacían hacer una redacción, teníamos que hacerla de forma manuscrita. Las ideas que tenía las tenía que apuntar en un papel aparte, ordenarlas y luego tomar una hoja nueva y redactarla. Algo similar pasaba cuando escribía a máquina, ordenaba las ideas en una hoja aparte y luego tomaba la máquina de escribir. Escribir a máquina era más complicado porque si lo hacía de forma manuscrita, era más fácil borrar, mientras que con la máquina de escribir era necesario usar el típex, lo que no quedaba muy bien. Por tanto, debíamos escribir las cosas directamente de una tirada para no tener que cambiarlas más tarde.

La revolución llegó con la aparición de los primeros ordenadores y procesadores de texto, que no eran como los actuales. Lo que salía por pantalla eran solo letras y no había maquetación, en consecuencia, lo que se veía por pantalla no era tal como quedaría escrito. Pero de todas maneras, era superimportante porque se podían escribir las ideas y luego cambiarlas sin mucho esfuerzo.

Cuando aparecieron los procesadores de texto similares a los actuales (WYSIWYG – What You See Is What You Get), el proceso de redacción y maquetación quedó unificado. Era muy fácil ir poniendo las ideas, cortar y pegar, ampliarlas, borrar, mover, etc. Todo este proceso realmente cambió la manera en que escribía y escribimos un artículo. Este proceso con los procesadores de texto fue el que hemos seguido durante muchos años.

¿Qué dirías si te dijera que esto está a punto de cambiar? Lo que ha hecho que esto esté a punto de cambiar ha sido la aparición de las inteligencias artificiales generativas, en concreto ChatGPT.

Te pondré un ejemplo: ahora te explicaré cómo está escrito este post.

Tenía ganas de escribir sobre el proceso de escritura. Lo que he hecho ha sido coger el móvil y ponerme a caminar. Hoy es domingo, un buen día para dar una vuelta y pasear. Mientras paseaba, he cogido el móvil, he abierto WhatsApp y me he puesto a dictar notas de voz, bueno, en realidad no era una nota de voz, sino una transcripción de voz con Google Voice Typing, el Speech-To-Text integrado en mi Samsung.

Me he ido contando a mí mismo por WhatsApp mientras caminaba lo que quería redactar en este artículo. Una vez acabado todo lo que quería explicar, lo que he hecho (lo que tendré que haber hecho porque estoy andando y hablando en estos momentos) es coger toda la transcripción y pasarla al ChatGPT para procesar el texto.

A ChatGPT le diré una cosa, ¿sabes qué? Le diré: coge este texto y redáctalo de forma correcta. Es un texto oral y quiero que sea un texto escrito. El tono tiene que ser cercano, de tú, y presta atención: usa solo la información que te estoy dando, no uses otra información externa.

¿Qué te parece? ¿No te parece impresionante cómo la tecnología puede facilitarnos tanto el trabajo?

Además, quiero comentarte algunos detalles que me parecen interesantes.

• El texto que dicté a la máquina fue en catalán, mi lengua materna, pero después le pedí que lo redactara en castellano, que es el idioma de mi blog.

• Al ChatGPT le proporcioné el texto transcrito en bruto, sin editar, con errores y palabras que no se habían detectado.

• Del resultado, me he limitado a corregir alguna cosita, agregar alguna frase y maquetar un poco poniendo saltos de frase y las imágenes.

• Y como te dije antes, el ChatGPT solamente ha utilizado la información que le di de la grabación para crear este artículo, sin recurrir a ninguna otra fuente de información. Por eso, puedes estar seguro de que lo que estás leyendo ahora mismo es completamente original.